jueves, 10 de junio de 2010

Parábola Chilena


Cuando el general Pinochet entró a la Clínica de Londres, el memorable día de 1998 en que la justicia española lo reclamó a juicio,no sabía él que se trataba de un hospital de lunáticos. En el jardín interior vio unos señores ingleses que paseaban en silencio. Se acercó uno de ellos, y le dijo:
- Buenos días- y le tendió la mano-. Soy el general Pinochet.

El otro frunció el ceño y respondió: - Yo también soy el general Pinochet.

- Le quedo mirando sorprendido como sería posible que no sepa quién soy yo.

- Se retiró sin dar marcha atrás y siguió su camino.

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